martes, 16 de diciembre de 2008

ENCUENTRO, FILIALES Y OTRAS ABERRACIONES

En ocasiones es necesario rumear, accionar como las vacas, masticar, re masticar y masticar de nuevo. Acciones como esta se puede trasladar de lo físico a lo mental. Son una de las formas de encontrarle el verdadero sabor a una palabra, a una denominación o a un concepto; por eso ya, desde hace algún tiempo en lo que respecta a este discurso, se venían masticando varias nociones con las cuales se deseaba inscribir las imágenes resultados de este proceso artístico.

En este proceso no hace mucho tiempo se tropezó con el concepto camp, que en palabras de Thomas Angermaier "… contiene lo grotesco y también, se podría decir, la falsa seriedad, el servirse de una cierta sonrisa para mostrar la crueldad. Los dos tratan la amargura del drama que pretende ocultar la sociedad”[4], o mas sencillamente como se diría en el seno de cualquier familia colombiana: entre chiste y chanza se dicen verdades, por crueles que estas sean.

Viendo en perspectiva, la fotografía que guió a este cuestionamiento al autor, es una imagen del año 2005, titulada: La Dama de la 33, fotografía digital en la cual se muestra una aparente trabajadora sexual de la calle 33, de Bucaramanga Colombia, su ciudad natal. (Ver imagen 04).

Se encuentra en esta definición un hábitat propicio para el desarrollo de la fotografía que le sustenta. El autor para de fluctuar entre una estética Kitsch, cursi y cliché, que podrían ser las hermanas conceptuales de la propuesta, para centrarse, en el desarrollo de una imagen cimentada sobre las bases de un concepto que encierra las ideas de este accionar estético.
Al publicar la fotografía en internet, (http://www.sicenelmedio.com/) junto a un texto que daba cuenta del accionar, pensamiento y reflexión sobre la imagen, uno de los comentarios realizados por un visitante a la página fue algo así: muy mala fotografía con excelentes argumentos. Recién al día de hoy al fijar la atención en las palabras de Thomas Angermaier: " Hay que concentrarse y tener cierto conocimiento para entender el dolor que presentan”[5], el entiende el choque que le produjo al espectador la imagen.

4 Angermeier, Thomas. “Thomas Angermeier la fotografía como medio para comprender la identidad”. Entrevista realizada en mayo del 2008 por Silvia Mangialardi. Foto Mundo Digital. 2008. No.473. Pp. 82 - 90.

5. Ibíd. 2.

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