martes, 16 de diciembre de 2008

Más sobre el personaje del Milton del Virresches:

El no es un héroe, aunque tenga máscara y posturas heroicas o de prócer, no salva a nadie. No soluciona ningún conflicto, solo está en una búsqueda de respuestas plásticas personales.


Aquello que da origen real al personaje es una reflexión plástica y el encuentro con un objeto, de la cultura popular urbana de un país, de una ciudad (México D.F).


El Milton ya creado, necesita empezar a darle un sentido a su existencia y se embarca en la idea de acentuarla o justificarla mediante la inserción en su vida de un discurso estético valedero.


El objetivo trazado justifica su existencia, pero debe haber un resultado, una conclusión o por lo menos un nuevo interrogante.


Quizá una de las pocas situaciones claras sobre el personaje hasta este momento es que el debe cerrar un ciclo, y se procurará de que este sea un mensajero de algo más.

El conflicto circular que posee el personaje podría soportarse en que hasta la fecha el Milton desconoce su fin, no tiene totalmente claro su origen, se siente filialmente bastardo, reiterado, pero sin resultado plástico visual totalmente definido. De forma optimista espera sus cinco minutos de fama y hasta ese momento estará apareciendo y desapareciendo de la escena de esta ciudad, esperando el instante justo para hacer o reafirmar mutaciones que acentúen la inserción de híbridos visuales en su hábitat natural.

Como podrán ver durante todo el proyecto, lo más probable es que siempre el autor se encuentre adentro y afuera del personaje. En algún momento se podría realizar una abstracción de la realidad, simular un evento o hecho, pero en definitiva el límite no existe. El conflicto del personaje eventualmente podría ser un enfrentamiento consigo mismo o estar reflejando problemáticas del entorno.

En la fotografía Autorretrato en Buenos Aires (Ver imagen 03) se ejemplifica como el Milton del Virresches inicia su preparación visual para enfrentar el proyecto. El ya inició un recorrido físico y ahora emprende una preparación plástica. Empieza a visualizar las reglas del juego de su existencia, pre-visualizando vagamente su meta. Ese deseo de establecer algo, de aprender, de transitar, de sobresalir o de mostrar, se transforma poco a poco en una necesidad casi espiritual, que busca proporcionarle sentido a aquello que mueve al personaje y al autor.

No hay comentarios: